Las causas para realizar una extracción dental son varias, siendo las principales; dientes muy dañados por una caries a los que no se les puede realizar una endodoncia, dientes con diferentes fracturas o dientes situados en una mala situación que pueden dañar a los contiguos, como es el caso de las muelas del juicio.
La imagen de un dentista llevando a cabo una extracción dental no es demasiado halagüeña. Sin embargo hoy en día, con los avances técnicos y tecnológicos en el campo de la odontología, no debería conllevar una mayor preocupación en el paciente.
A continuación vamos a explicar en qué consiste, las distintas posibilidades en la extracción dental y cuáles son las recomendaciones anteriores y posteriores a la operación.
Tipo de extracción dental
No todas las extracciones de dientes tienen un mismo patrón ni se realizan de la misma manera. Dependiendo de la forma en la que esté situado la pieza dental podemos encontrar dos tipos principales:
Extracciones simples
Se realiza cuando el dentista observa que los dientes están visibles por encima de las encías y son visibles en la boca. Como su propio nombre indica, este tipo de extracción dental no requiere gran dificultad y, sin necesidad de llevar a cabo ningún tipo de cirugía, el profesional odontológico puede extraer la pieza.
Extracciones quirúrgicas
Implica una mayor complejidad, ya que es más complicado acceder dentro de la boca y requiere de una técnica quirúrgica. Esta operación consiste en la realización de una incisión en el tejido que envuelve al diente dañado para su extracción, incluso en ocasiones es posible que se tenga que realizar a pedazos.
Dentro de este tipo de técnica quirúrgica destaca la extracción de las muelas del juicio, un procedimiento común en la odontología.
Una de las preguntas que todo el mundo se hace antes de someterse a una extracción dental es si van a sentir dolor. La respuesta es que no, todo se realiza bajo anestesia local que adormece la zona a tratar. El paciente estará consciente y sí que notará presión mientras se le realiza la prueba, pero en ningún caso debería llegar a sentir molestia.
Cuestiones previas y posteriores a la extracción dental
En las horas previas a someterse a esta técnica es necesario tomar algunas precauciones como pueden ser evitar tomar bebidas alcohólicas o evitar comidas pesadas. También es recomendable venir descansado y, a poder ser, acompañado por si no pudiese conducir posteriormente a la cirugía.
En caso de tomar medicamentos se deberá comunicar al dentista ya que, en ocasiones, le pueden pedir tomar algún antibiótico un par de días antes para evitar infecciones.
En caso de haberse necesitado anestesia, la zona continuará adormilada durante unas horas posteriores a la extracción dental. Cuando los efectos desaparecen, puede aparecer dolor, por lo que es habitual que el dentista recete unos analgésicos.
Es importante no enjuagarse la boca las 24 horas siguientes ya que se podría desprender el coágulo que se está formando y comenzar a sangrar de nuevo. Además, se suele recetar colocarse una bolsa de hielo cubierta por un trapo en la zona de la cara donde se ha llevado a cabo la extracción varias veces al día.
Evitar el alcohol durante los primeros días, así como comidas demasiado duras o calientes es también recomendable. Si surge cualquier complicación o el dolor y la molestia se alarga en el tiempo, será necesario comunicarlo al odontólogo.
Bocas Sanas, expertos en todo tipo de cuidados
La extracción es un tratamiento que se debe realizar en última instancia, cuando realmente no es posible recuperar el diente y no se puede llevar a cabo un tratamiento conservador. Si tienes cualquier cuestión relacionada con la salud de tu boca no dudes en contactar con nosotros aquí, estaremos encantados de ayudarte.
En Bocas Sanas contamos con el último equipamiento para lograr que la experiencia de pasar por el dentista sea lo más cómoda posible para el paciente. Contamos con un equipo experto en la extracción de dientes.